sábado, 30 de noviembre de 2013

¿CUÁL ES EL FUTURO DE LA GLOBALIZACIÓN EN PLENA CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL?


La crisis económica mundial que se ha ido desarrollando en la primera década del siglo XXI ha sembrado la interrogante de si es necesario pensar en una vía alternativa al capitalismo, o se puede proseguir por ese camino que ha traído muchos tropiezos esperando que ya no vuelva a suceder. En realidad, el curso que se está tomando después de la crisis sugiere que se llevará a cabo la segunda opción.

La crisis financiera que estalló más marcadamente en el 2007-2008 vino a representar la ruptura en la acumulación más larga que comenzó a finales de la segunda guerra mundial. Chesnais (2008) asegura que este hecho no es algo secundario, pues fue lo que facilitó considerablemente que la etapa de la globalización encontrara un acomodo mundial y que marcara una época particular en la liberalización y el comercio.

Esta crisis, más que afectar profundamente al sistema, vino a poner en duda el lugar de la potencia hegemónica: los Estados Unidos estuvieron en el origen de la mundialización del capital contemporáneo y fueron en gran medida los arquitectos del correspondiente régimen institucional. Pero ahora ya no son más que uno de los elementos constitutivos centrales, uno de los polos, pero no el único (Chesnais, 2008, p. 73).

El crecimiento de los países emergentes en Asía, específicamente China, han surgido también como parte de este proceso. Tamames (2008) asegura que para 2032 China será la primera potencia mundial en cuanto a la producción del PIB, aunque aún necesita resolver su problema energético para poder continuar por esa vía. Y es que es evidente que el sector energético en la actualidad juega un papel importante para poder asegurar el crecimiento económico de los países algunos años más, y más aún cuando nos encontramos ante problemas ambientales que amenazan esta pauta si no se presenta una solución. De ahí el surgimiento del denominado capitalismo verde o economía sustentable, que si funciona de manera adecuada, puede asegurar la preservación de los recursos y ayudar al mantenimiento del crecimiento económico mundial.

En realidad, más que pensar en la caída de un sistema, se debe plantear una transformación de una globalización más equitativa, que deje de engrandecer la brecha entre países ricos y pobres, y pueda asegurar el desarrollo de todas las naciones por igual, incluyendo a los países africanos en este proceso.

No hay más remedio que seguir la globalización, sin volver la vista atrás, pues si lo hiciéramos, como le sucedió a la mujer de Lot, Edith, nos convertiríamos en estatua de sal (Tamames, 2008, p. 97).

Bibliografía

CHESNAIS, François (2008) El fin de un ciclo. Alcance y rumbo de la crisis financiera. Revista Laberinto no. 26-27 / 1er y 2o cuatrimestre de 2008.


TAMAMES, Ramón (2008) En torno a las Siete vidas del gato. El estado del capitalismo global. (Entrevista de Antonio G.González). II Seminario Atlántico de Pensamiento. España

No hay comentarios.:

Publicar un comentario